Zara: pese a la salida de la marca de Rusia, sigue vendiendo en ese país como pan caliente

Incluso después de que cientos de empresas abandonaron Rusia en protesta por la invasión de Ucrania por parte del país, los iPhone de Apple, las faldas de Zara y los automóviles Mercedes-Benz siguen llegando al país, esto debido a un esquema que el gobierno llama «importaciones paralelas», en las que el gobierno de Vladimir Putin está eludiendo las sanciones occidentales e importando productos de marca de empresas que una vez prometieron y aparentemente lo hacen legalmente.

El esquema, introducido poco después de la invasión rusa de Ucrania y en pleno funcionamiento en julio, permite a las empresas rusas comprar una larga lista de productos fabricados por empresas extranjeras, desde automóviles, productos tecnológicos y ropa como Zara hasta instrumentos musicales, cosméticos y barcos. —de otro país y, sin permiso de los propietarios de la marca, y finalmente venderlos en Rusia.

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Los productos que ahora llegan a Rusia a menudo están originalmente destinados a la exportación a países que forman parte de la Unión Económica Euroasiática (UEE) liderada por Moscú y con los que comparte una unión aduanera: Armenia, Bielorrusia, Kazajstán y Kirguistán. Luego, los productos se envían a Rusia y se venden en el mercado, y las marcas occidentales pierden todo el control de su distribución y venta.

Hablando de la política a fines de mayo, Vladimir Putin dijo que permitiría a los rusos continuar importando bienes de la «clase lyuksus», un acrónimo accidental de la marca rusa para el lujo y la marca de automóviles Lexus.

Un ciudadano ruso de nombre Aleksandr Gorbunov, un inversionista inmobiliario de la ciudad siberiana de Krasnoyarsk, tuvo una solución simple cuando Zara, la firma española de la ropa, cerró sus tiendas en Rusia por la invasión de Ucrania: importarlo él mismo.

“La idea de comenzar a vender Zara vino de mi esposa, quien dijo que realmente quería que la ropa regresara”, dijo Gorbunov, quien dijo que el viernes abriría una tienda llamada Panika (pánico) que vende exclusivamente productos de Zara y Zara Home.

Gorbunov dijo que rápidamente encontró un vendedor en Kazajstán que comerciaba con ropa de Zara, luego importó un lote de ropa por medio millón de pesos mexicanos. Afirma que su margen de ganancia será del doble pues la marca es muy solicitada y se esta vendiendo como en México se dice cómo pan caliente.

“Todo es importación paralela oficial”, dijo, ya que Rusia ahora permite que casi cualquier persona revenda productos comprados en el extranjero. “No solo compramos todo… Tenemos un diseñador que elige qué comprar de las últimas colecciones; no queremos simplemente llenar nuestra tienda con ropa de Zara”.

“La importación paralela, por lo tanto, juega su papel para garantizar que la guerra no interrumpa la vida. Putin no quiere que los rusos cambien sus hábitos a causa de la guerra, sino que sigan viviendo como vivían. Los productos de consumo occidentales que pueden parecer insignificantes pueden tener mucho valor para el ruso promedio”, dijo el sociólogo Grigory Yudin al medio británico. 

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