Promueve Gobierno visión de subdesarrollo

A partir de la iniciativa de reforma constitucional en materia eléctrica de octubre de 2021, ha quedado clara la visión de subdesarrollo económico que el Gobierno actualmente promueve, dijo Amado Villarreal González, director del Clúster Energético de Nuevo León (CENL).

“Con esta iniciativa se concluye el proceso de dos años de medidas contrarias a la reforma eléctrica de 2013-2014, sin lograr aún su aprobación final al momento”, señaló.

Esto, dijo, apunta a pesar de un contexto global en donde la urbanización, como consolidación de un modelo urbano de ciudades como polos e incubadoras de innovación en el mundo se tiene para poder ser competitivos y en donde se requerirá de energía limpia y eficiente para esta nueva visión de ciudades inteligentes “Smart Cities”.

“Además, la tendencia global de cuidado del medio ambiente, dado el actual entorno de crisis climática que vive el planeta, requiere el mayor empleo de fuentes renovables y limpias de energía sustituyendo los hidrocarburos, una transformación urgente de la matriz global.

“Nuestro País le apuesta a una reforma eléctrica en pleno siglo 21, a las energías fósiles y a un modelo de monopolio público o de empresa pública dominante, argumentando que llevará con ello energía asequible a todos y de forma autosuficiente, principalmente a los que menos tienen” señaló Villarreal González.

Comentó que esta apuesta que se cae por sí sola, al considerar los principios económicos fundamentales, tales como la eficiencia en la asignación de recursos y la competencia de mercado, sin los cuales no se podrá proveer energía a bajo costo, confiable y asequible.

Dijo que a pesar de que los motores de la demanda de energía en el mundo están alineados, las preferencias de los consumidores por energías limpias y renovables y el desarrollo tecnológico que incorpora de manera exponencial soluciones innovadoras, demandan de un uso más eficiente de la energía y la creación de fuentes alternativas menos contaminantes.

“Se requiere de una política energética global que se oriente a promover las energías renovables en el mundo. El país no logra alinear dichos motores al no promover decididamente la participación privada en el desarrollo del sector energético y a su vez pedir un marco de política energética moderna basada en tecnologías limpias, incumpliendo con las preferencias de los consumidores por éstas, tanto por cuestiones económicas y ambientales como por cuestiones de salud”, explicó.

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