Piernas de fresa: ¡adiós a los puntitos negros!

Las «piernas de fresa» o «piel de gallina» es un término coloquial que se refiere a la condición de piel áspera o granulada que a menudo se encuentra en la parte posterior de los muslos, gluteos, mejillas y a veces en los brazos. Esta condición se conoce médicamente como queratosis pilaris.

¿Qué es y cómo se produce?

Popularmente se denominan piernas de fresa porque aparecen unos puntos oscuros a lo largo de éstas que hacen que se asemejen a la superficie de una fresa. La queratosis pilaris es más común en niños y adolescentes, pero puede persistir en la edad adulta. A menudo, mejora con la edad. Las piernas de fresa pueden hacerse más evidentes, además, en ciertos tipos de piel. Por ejemplo, cuando el vello es más oscuro que la tonalidad de la piel, las manchas suelen ser más marcadas.

En realidad, cada uno de estos puntitos correspondería a un folículo piloso tapado o a un poro dilatado, es decir, son una obstrucción de los folículos pilosos debido a la acumulación de grasa, suciedad o piel muerta. Dicha obstrucción provoca una inflamación. La pigmentación más oscura se debe al proceso de oxidación y hacen que sean más visibles.


La principal causa de su aparición es la depilación.

¿Es posible eliminar este problema?

Lo principal es que un dermatólogo nos ayude a encontrar la mejor solución a nuestro caso particular. Una solución general sería evitar que se corte el vello continuamente. Para conseguirlo se puede recurrir a la depilación láser y que los elimine para siempre. Es uno de los métodos de depilación más eficaces contra la «piel de fresa», ya que elimina cuidadosamente el vello grueso y oscuro sin tocar la piel que lo rodea. El problema de esta técnica es que no funciona bien en el vello claro, por lo que si es tu caso tendrás que probar la depilación con maquinilla. Con una depilación suave y apurada reducirás los vellos enquistados y la posibilidad de los efectos de la queratosis pilaris.

Otros aspectos importantes son mantener las piernas limpias, sobre todo si se practica mucho deporte. No olvides retirar la ropa sudada y lavarte para eliminar todas esas bacterias acumuladas. La exfoliación regular también te ayudará a mantener una mejor apariencia y a evitar la obstrucción de los folículos. Puedes intentar acostumbrarte al cepillado en seco. Para hacerlo, toma un cepillo corporal de cerdas suaves o una toalla. Exfolia la piel con movimientos circulares para liberar los poros obstruidos. Después, date un baño o ducha tibia y lava tus piernas con delicadeza, preferiblemente, usando un jabón neutro. Termina el tratamiento con una buena hidratante que te ayude a mantener el aspecto uniforme. Desafortunadamente tendrás que ser muy constante, ya que no va a desaparecer en el primer exfoliado. Recuerda exfoliarte antes del proceso de depilado. Es una estupenda manera de deshacerte de las células muertas que suelen obstruir los poros. Además, tener una piel más limpia y suave facilitará el deslizamiento de la maquinilla.

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