Museo Nacional de las Culturas presenta la exposici?n ‘Alfombras de Ir?n, para?sos errantes’

Ciudad de México / 27.12.2021 02:39:39

Una de las referencias que la mayoría de la gente tiene cuando habla de una alfombra persa, es el tapete volador de la historia de Aladino y la lámpara maravillosa, pero en la cultura de la República Islámica de Irán esos objetos forman parte de la vida cotidiana.

Asistir a una exposición de tapetes de diversos tipos, colores y tamaños resultará una gran experiencia para el público que tenga la curiosidad de admirarlos. Así ocurre en la muestra Alfombras de Irán, paraísos errantes, que se presenta en el Museo Nacional de las Culturas del Mundo.

Para el beneplácito de los visitantes, se exhibe una alfombra como la que usara la realeza, una réplica de la que el sah Abbás I de Persia le regaló al zar Pedro I, el Grande, de Rusia en el siglo XVII, explicó a MILENIO la curadora de la muestra, Alejandra Gómez.

“La historia cuenta que esa alfombra viajó de Irán a Rusia y a su vez Pedro el Grande la regaló a la familia de los Habsburgo. Es una pieza que tiene un poema en el centro y nos da cuenta de cómo las alfombras reales se siguen realizando hoy en día”, indicó la también antropóloga.

La exhibición reúne 47 piezas entre alfombras, kilims (textiles sin pelo), alforjas y cojines, hechos de lana, seda e hilos metálicos, como ejemplo de las piezas que se realizan en los talleres, pero que también son elaboradas por los pueblos nómadas.

“No hay una alfombra que se parezca a otra. Aquí podremos admirar alfombras antiguas como las que se exhiben al principio de la exposición. Las hay de diversas formas y materiales, de lana y de seda, por ejemplo”.

El textil más antiguo de esta exposición que se puede ver data del año 1770 y mide 7 metros de largo, está elaborado con tintes naturales, maravilla que se ha conservado perfectamente. “Las alfombras antiguas tienen mucho valor porque ha probado su calidad en su tejido y en los tintes, y por esa razón aumentan su valor”, indicó la curadora.

Junto a la reproducción de un espacio doméstico, Alejandra Gómez explicó que se intentó recrear “con elementos característicos un rincón de una de las casas en Irán, que incluye el samovar para beber el té, pues es una de las costumbres de la vida social iraní, y el Shahnameh, el Libro de los Reyes, que se escribió en el año 1000. Una ventana y ciertos elementos de la arquitectura tradicional de Irán nos invitan a entender que el uso de la alfombra crea lugares acogedores que nos invitan a sentarnos a descansar y a tomar el té”.

Sumergirnos en las texturas

Diego Prieto, director de Instituto Nacional de Antropología e Historia INAH) dijo en la inauguración de la muestra que “las alfombras y tapetes más bellos del mundo, son los de Irán”.

Indicó que tanto Irán como México “son dos países de una enorme diversidad colonial cultural, que han enfrentado las consecuencias catastróficas del colonialismo y los hegemonismos, pero nos hemos constituido como países que defendemos la paz, que defendemos la igualdad entre los pueblos y que defendemos la fraternidad entre las naciones”.

Advirtió que Alfombras de Irán, paraísos errantes “nos invita a sumergirnos en las texturas y los diseños producto de las manos de artistas iraníes del presente y del pasado y a disfrutar una excelente exposición”.

Alireza Ghezili, embajador de la República Islámica de Irán en México, enfatizó que la alfombra persa es tan antigua como la historia de Irán y del Imperio Persa.

“La alfombra persa es una gloriosa manifestación de la artesanía iraní que tiene sus raíces en las costumbres, tradiciones y culturas de diferentes grupos étnicos de Irán”.

La exposición permanecerá abierta al público hasta abril de 2022 en el Museo Nacional de las Culturas del Mundo, en el Centro Histórico de la Ciudad de México.

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