Ciudad de México /
Después de dos años de pandemia, que representó un duro golpe para la economía nacional, Ciudad de México se adentró en la etapa de la recuperación y, de acuerdo con Luz Elena González Escobar, secretaria de Administración y Finanzas del gobierno de Claudia Sheinbaum, prueba de ello son los indicadores que dejan ver a una urbe que “está de pie y recuperada”.
Ayer, la encargada de las finanzas de la capital del país acudió por cuarta ocasión al Congreso local para comparecer ante legisladores de su partido y de la oposición, pero ya no para hablar del programa de gobierno, ni de las prioridades, sino para ofrecer resultados tangibles y mostrar en qué se ha utilizado los recursos.
En entrevista con MILENIO, Luz Elena González hizo un balance sobre el manejo de la cartera para mantenerse a flote durante y después de los momentos más críticos de la pandemia de covid-19, habló sobre el endeudamiento y el gasto, así como de los proyectos prioritarios de Sheinbaum, a dos años de concluir con el encargo.
A cuatro años de haber sido designada responsable de la cartera, y con una pandemia que aparentemente va de salida, ¿cuál es el balance de la situación económica de Ciudad de México?
Estamos en una nueva situación económica en la ciudad: la pandemia está, si no controlada, con el programa de vacunación que nos ha permitido abrir la economía, empezar nuestra vida y desarrollar nuestras actividades conforme los hacíamos.
Fue un golpe duro para la economía, pero hoy podemos decir que estamos de pie, la ciudad está recuperada: los empleos están a un nivel superior a los que teníamos antes de la pandemia, que durante este periodo no perdió su competitividad la confianza en la ciudad tampoco se perdió. Y eso lo demuestran las cifras de inversión de extranjera directa.
En su mensaje ante legisladores, se refiere a una ciudad que “no está hipotecada ni comprometida”, ¿cómo será el manejo de la deuda?
Desde el día uno optamos por un manejo responsable del gasto, por un mayor control y evitar el despilfarro, renunciamos a todo gasto suntuario, hicimos una restructuración completa del presupuesto y mantenemos un control estricto de cada peso gastado en el gobierno.
Además del combate a la corrupción, hemos logrado disminuir los procesos licitatorios del gobierno, sin comprometer el futuro financiero de la ciudad, con este manejo responsable de las finanzas, no nos hemos endeudarnos de más y cumpliremos con el objetivo, al que se pudo haber renunciado, que es entregar una ciudad más saludable en términos de gasto público.
En cuanto al manejo del gasto neto, que representa 59.1 por ciento del presupuesto anual, su administración presume la austeridad como un beneficio, pero ¿cómo no confundirla con precariedad o carencia?
Aprendimos a gastar mejor y por eso no tenemos subejercicios que comprometan los proyectos prioritarios; por un lado, tenemos un control más estricto del gasto, en el cual cada peso está donde debe y es monitoreado a conciencia en términos de los beneficios, que no existan despilfarro, ni partidas con gastos que no redundan en el beneficio de la gente.
En el presupuesto público de Ciudad de México se acabaron las bolsitas, donde se guardaba el dinero y donde se prestaba para un manejo discrecional del gasto público.
Los recursos se han enfocado en proyectos principalmente para la movilidad y la infraestructura, ¿cómo encontrar el balance correcto?
Teniendo muy claras las prioridades y el rumbo, éste lo trazó la jefa de Gobierno y ni en la peor pandemia lo perdió.
Desde el origen, los proyectos se centraron en los derechos sociales, hacerlos universales; en segundo lugar, en términos de seguridad para la gente, la inversión y para la actividad económica; y tres, en el incremento de infraestructura pública necesaria que se había perdido por muchas inercias, la vocación de proveer los servicios públicos a la población; había un descontento en la población. Lo que hizo la jefa de Gobierno fue poner rumbo con una visión de sustentabilidad y un programa de innovación.
Legisladores de oposición hicieron planteamientos para destinar recursos a las infancias, en temas hídricos o ambientales, ¿qué les responde?
“Son temas que estamos tratando y atendiendo, igual y hay formas en los cómos, hay diferencias entre las fuerzas políticas. Pero todo lo que tiene que ver con incremento de derechos y apoyo a los más vulnerable está en la agenda de Claudia Sheinbaum. En algunos hay que profundizar más, pero estamos abiertos para seguir dialogando, siempre sin perder la dirección.
A dos años de concluir, ¿dónde están los retos?
Nos toca como funcionarios dejar buenas cuentas, hacer un cierre correcto, terminar todo lo que está en curso; hay cosas que no se concluyen, compromisos que requieren la convergencia de recursos importantes que están en proceso y llevamos un gran avance.
González compareció ante el pleno del Congreso capitalino, donde destacó temas como austeridad republicana, combate a la corrupción y manejo responsable de las finanzas públicas.
“Sin triunfalismo, pero sí con la seguridad de que se están cumpliendo los objetivos”, la encargada de las Finanzas dejó claro que la ciudad vive “un momento de recuperación económica en marcha”, pues “no hay indicador económico que no apunte hacia arriba”.
ledz
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