Si bien China evita apoyar abiertamente a Rusia frente a las sanciones occidentales, ha resuelto realizar importaciones de trigo ruso, significando un paracaídas económico para Rusia. El trigo ruso representa el 25% del suministro mundial.
China, a pesar de su intención de permanecer al margen del conflicto en Ucrania, ha mostrado su respaldo a Rusia. En el mes de febrero hizo un acuerdo que reafirmaba la alianza bilateral. Pero tampoco su apoyo es contundente. China, no quiere correr el riesgo de aislarse del mundo industrializado porque sin la economía de estos países no sería la potencia que es.
El portavoz del gobierno chino, Zhao Lijian, ha dicho: «China ha expuesto su posición sobre la crisis de Ucrania de forma clara y consistente. Jugamos un papel constructivo y evaluamos la situación de manera imparcial e independiente». Sin embargo, la supuesta imparcialidad se topa con el hecho de que Rusia ha violado la soberanía de un Estado independiente y soberano al invadirlo. Entre otros desastres la devastación de ciudades, el desplazamiento interno de 10 millones de ciudadanos y 4 millones que han abandonado Ucrania para buscar refugio.
Si bien China evita apoyar abiertamente a Rusia frente a las sanciones occidentales, ha resuelto realizar importaciones de trigo ruso, significando un paracaídas económico para Rusia. El trigo ruso representa el 25% del suministro mundial.
Políticamente China se ha resistido a funcionar como mediador con Moscú para parar la guerra, como se le ha solicitado. ElSecretario General de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), Jens Stoltenber, señaló en la reunión de la OTAN celebrada la semana pasada en Bruselas lo siguiente: «Pekín debería utilizar su influencia significativa en Rusia y promover una solución inmediata y pacífica».
Si China diera respuesta a la solicitud de Putin de asistencia militar pondría en riesgo las relaciones que tiene con Occidente principalmente en materia comercial. El año pasado el comercio entre la Unión Europea y China fue de 800,000 millones de dólares y el de China con Estados Unidos de 750,000 millones de dólares. Con Rusia es substancialmente menor, de 150,000 millones dólares.
Tampoco China quiere involucrase en los costos de la guerra. Por lo pronto la factura de la invasión, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) es de 480,000 millones de euros para los países de la OCDE. Significa incrementos de precios para productos como alimentos, petróleo y gas; menor Producto Interno Bruto, erosionándose con ello las perspectivas que se tenían de una recuperación; recesión en Rusia al desplomarse su economía, estimándose una contracción económica del 15 por ciento. Rusia suministra el 16% del Gas Natural del mundo y el 11% del petróleo.
Todas las propuestas de paz entre los gobiernos de Rusia y Ucrania están en el aire. El Presidente de Ucrania ya está de acuerdo en no insistir en que su país sea miembro de la OTAN. Falta definir el estatus de Crimea y el de las republicas separatistas autoproclamadas en Donbas.
China privilegia los intereses nacionales y no los ideales y valores. Ve que sus intereses avanzan con el enfrentamiento entre Rusia y Ucrania, así como el apoyo de Estados Unidos y la Unión Europea al gobierno de Kiev.
Así como están las cosas, la guerra de Ucrania es una vergüenza de los políticos que tienen un poder para detenerla.
Sergio Mota Marín
Economista
Economía y Sociedad
Escritor y licenciado en economía, egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México. De 1984 a 1990 fue embajador de México ante el Reino de Dinamarca, donde se le condecoró con la orden Dannebrog.
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