A dos años de la declaratoria de pandemia por el coronavirus (covid-19), la edificación de vivienda también ha tenido su propio padecimiento, pues en el mismo periodo ha visto incrementar de manera acelerada los precios de los materiales de la construcción en casi 30% de manera acumulada.
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en el acumulado entre febrero del 2020 y el mismo mes de este año, el incremento en el precio del cemento fue de 20.24%, mientras que otro insumo, la arena, reportó una inflación de 13.82 por ciento en el mismo periodo.
En el caso, algunos productos, como los derivados del acero, su encarecimiento se ha acelerado hasta cerca de 70%, como es el caso de la varilla, pues puertas, ventanas y escaleras metálicas tuvieron un encarecimiento de 30% en dos años.
“Respecto del precio de los materiales, resalta el caso del acero, que empezó a subir en agosto del 2020 y continuó creciendo en el 2021 debido a la recuperación de China y Estados Unidos, cuya demanda del material presionó los precios al alza. Esta situación tiene repercusiones en el precio de la vivienda que, como vimos anteriormente, también ha crecido”, detalló el Infonavit, en su Reporte Anual de Vivienda 2021.
Impacto sobre la vivienda de menor precio
Para los desarrolladores, la inflación que registran los materiales de vivienda es solo uno de los elementos de los componentes de la construcción, que ha registrado incrementos y que infiere directamente en el costo de la edificación de casas.
Germán Ahumada, director general de Consorcio Ara, señaló que, si bien la petición del Gobierno Federal y de la Ciudad de México es impulsar el desarrollo de vivienda de interés social, también se necesitan medidas para reducir el impacto de la inflación en los insumos de construcción, el encarecimiento de la tierra disponible y el costo que representa el lento avance de los permisos para realizar las obras.
El directivo de Ara apuntó que hasta las cuotas sindicales han aumentado sus tarifas, lo que pega directamente en el costo de las obras y obliga a los desarrolladores a inclinarse por segmentos más rentables.
“Todo se ha incrementado, el precio de la tierra, los sindicatos y también quieren aumentar, la varilla, el cemento, los cerámicos, todo está aumentando, los permisos, la realidad es que todo mundo quisiera hacer vivienda, y se necesita mucha vivienda social, pero si no hacemos algo en conjunto, no se puede hacer”, sentenció el directivo de Ara.
Con una inflación general de 7% en el año, el directivo acotó que en el caso de los materiales para la construcción este aumento ha sido de 18%, lo que representa un gran reto ya que los trabajadores no han registrado un aumento similar y esto impacta directamente en sus intenciones de adquirir una vivienda.
“Estamos viviendo una época complicada, aunada a la pandemia”, dijo Ahumada.
Entre las medidas que la industria y los organismos de gobierno pueden tomar, dijo el directivo, está el rubro de los permisos, ya que uno de los retos es que los planes de trabajo conjunto que se anuncian se consoliden.
“Se llegan a concretar (sinergias de trabajo), pero toma bastante tiempo”, acotó Ahumada Russek
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