Hombres revelan la verdadera razón del por qué no ayudan en casa 

Hombres revelan la verdadera razón del por qué no ayudan en casa y nos muestran el daño de acostumbrarnos a hacerlo todo, también dejan al descubierto uno de los problemas más grandes de comunicación en la pareja. 

Por mucho tiempo hemos vivido con la idea de que el hombre trabaja fuera de casa y la mujer se encarga del hogar, una tarea que se duplica cuando decide formar una familia y ella también trabaja fuera, ese es el primer error. 

Los tiempos han cambiado y hoy en día, cuando se ve a un hombre que realmente vive una paternidad responsable y es una pareja atenta que hace labores del hogar y realmente cuida de ella, aún se le critica o peor, se vuelve blanco de burlas, ¿alguna vez le han dicho mandilón a tu pareja? 

Así como las mujeres han recurrido a las redes sociales para formar redes de apoyo, los hombres no se quedan atrás y entre una de las cosas que han llamado la atención es lo que han expresado sobre la relación en pareja y con los hijos, sobre las dinámicas del hogar. 

Un hombre que limpia, cocina, cuida niños no es algo admirable en realidad, es un hombre funcional, pero ¿por qué cuesta tanto que haga esas tareas? En la gran mayoría de los casos el problema principal es su pareja. Permítenos explicarte mejor. 

El peor enemigo de un hombre que quiere ayudar en casa es una mujer que quiere hacerlo todo o que quiere que todo se haga como ella dice 

Decenas de hombres han coincidido en que muchas veces han querido contribuir en el hogar de otras formas que no son solo económicas, pero el freno principal es la pareja que le critica lo que hace o que espera que lo haga igual que ella. 

Una de las mejores cosas que aprendemos es que el que alguien haga las cosas diferentes a nosotras no quiere decir que las hace mal y las labores en el hogar son el ejemplo perfecto.

Los hombres se han quejado de que las mujeres se quejan por cómo limpian y la forma en que lo expresan, también de que cuando llegan los hijos, las mujeres se vuelven un tanto sobreprotectoras y tratan de atender por completo al niño impidiendo que el hombre forme un verdadero vínculo y que aprenda a cuidarlo en realidad. 

El problema tiene varias raíces, parte de ello es la idea de que como mujeres debemos encargarnos de todo, de tener la iniciativa, de que en el tema de los hijos son nuestra responsabilidad y aunque sí lo es, debemos compartirla con la pareja. Acostumbramos a la pareja a que nosotras hacemos o resolvemos todo y le quitamos la ganas de hacer las cosas, ese es el gran error. 

Muchas veces nos quejamos de la fatiga mental, de que tenemos mil cosas por hacer, pero ¿somos capaces de pedir ayuda? ¿somos capaces de explicar cómo nos gustaría que las cosas se hicieran de una forma amable, sin criticar, sin juzgar?

Antes de crear toda esa carga mental, podemos hablar con nuestra pareja y delegar tareas o dividir pendientes, aprender juntos y dejar que nuestra pareja se sienta realmente útil sin quitarle las ganas de hacerlo. 

Si deseas que tu pareja se involucre más en el hogar, estas sugerencias pueden ser de gran ayuda:

• Divide las tareas del hogar, dale responsabilidades fijas 
• Si tienen hijos, permite que tu pareja tenga tareas a sola con ellos, así será independiente de ti y realmente podrás descansar
• Pregunta antes de asumir, pide las cosas en lugar de esperar que tu pareja lo adivine
• Si no te gusta cómo hace las cosas, no remarques sus errores, comparte cómo te gustaría que lo hiciera y no tengas miedo de explicarle si es que no sabe.
• Si falla no te desanimes, deja que practique para que lo haga mejor 
• Agradece los esfuerzos, el que la pareja nos ayude o que trabajemos verdaderamente como equipo es una forma de demostrar amor.

Recuerda que cuando tu pareja se involucra en todas estas cosas, ganarás mucho pues no te sentirás tan abrumada y tendrás un apoyo verdadero aligerando todas tus cargas y fortaleciendo el amor.