¿Modifican los alimentos la expresión de los genes o pueden las variantes génicas modificar la absorción de los nutrientes?
La ciencia de la nutrición pretende crear perfiles nutrigenómicos basados en la secuenciación del genoma en cada paciente en estudios moleculares que se aproximan en los mecanismos de los genes diana y en pruebas de biológicos marcadores, como la exposición ambiental y sus efectos en el cuerpo, la concentración de una hormona en específico o la presencia de sustancias biológicas.
Con la globalización de la ciencia y la tecnología actual, la disponibilidad alimentaria ha cambiado rápidamente y, por lo tanto, los hábitos alimentarios también, esto afecta a nuestros genes, que cuentan con el tiempo suficiente para adaptarse a esos cambios con afectación en la expresión de las rutas metabólicas de tra nsformación de esos alimentos nuevos.
De hecho, cada vez se dispone de más evidencias científicas acerca de que determinados genes están asociados con una mayor ganancia de peso y un mayor riesgo de obesidad. Así, han aparecido dos disciplinas nuevas: la nutrigenética y la nutrigenómica.
La nutrigenética es una disciplina que estudia las diferentes respuestas fisiológicas a la dieta, dependiendo de los genotipos de cada individuo. Para ello, se estudian las variaciones en la secuencia de ADN en respuesta a nutrientes específicos, para así lograr desenmascarar las relaciones entre genes individuales y compuestos específicos de la dieta.
Por otro lado, la nutrigenómica se centraría en el estudio del papel de los nutrientes en la expresión génica y de los mecanismos que explican las distintas respuestas entre individuos observados en la nutrigenética. El principal campo de estudio de la nutrigenómica son las interacciones que se llevan a cabo entre los genes al modificar los factores de transcripción del transcriptoma, la expresión proteica del proteoma y la producción de metabolitos del metaboloma.
El estudio de las interacciones gen-ambiente permite aumentar el conocimiento con respecto a la patogenia de la obesidad y obtener nuevas evidencias para desarrollar estrategias de prevención individualizadas basadas en la constitución genética de una persona.
Son muchos los genes que intervienen en los procesos de hambre-saciedad, metabolismo, comportamiento alimentario, formación del retículo adiposo… De hecho, se están llevando a cabo una gran cantidad de investigaciones relacionados con ello. Por el momento, se conocen algunos de los genes que actúan. Vamos a verlos a continuación.
Genes relacionados con la obesidad
Gen FTO. Este gen se relaciona con procesos bioquímicos y fisiológicos, como son la reparación del ADN, la homeostasis de la temperatura y la regulación de almacenamiento de lípidos y el tejido adiposo. Además, no solo influye en el aumento del tejido adiposo, sino también en los mecanismos de ingesta y saciedad.
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