Con la llegada de septiembre, muchas personas se encuentran en busca de formas eficientes de mantener una alimentación equilibrada y ahorrar tiempo en la cocina. Una tendencia que ha ganado popularidad en los últimos años y que resulta ideal para este propósito es el batch cooking.
Este enfoque consiste en dedicar un día a la semana para cocinar grandes cantidades de comida y luego dividirla en porciones individuales para tener listas durante toda la semana. Además de brindar comodidad, el batch cooking promueve una alimentación saludable y variada, ya que permite planificar los menús con antelación, controlar las porciones y elegir ingredientes nutritivos.
Beneficios del Batch Cooking
El batch cooking ofrece una serie de beneficios que lo convierten en una estrategia valiosa para mantener un estilo de vida saludable y organizado:
- Ahorro de tiempo: Al cocinar en grandes cantidades de una sola vez, se reduce significativamente el tiempo que se pasa en la cocina durante la semana. Esto es especialmente útil para aquellos con horarios ocupados.
- Alimentación saludable: Al planificar y preparar las comidas con anticipación, es más probable que se elijan ingredientes saludables y se evite recurrir a opciones rápidas y menos nutritivas.
- Reducción del estrés: Saber que las comidas están listas y esperando en el refrigerador disminuye el estrés diario de decidir qué cocinar, sobre todo en días agitados.
- Ahorro económico: Comprar ingredientes a granel y aprovechar ofertas en el supermercado puede resultar en un ahorro considerable a largo plazo.
- Menos desperdicio: Al planificar con cuidado las porciones, se reduce el riesgo de desperdiciar alimentos que podrían dañarse antes de ser consumidos.
Paso 1: Planificación
- Elige un día: Dedica un día de la semana para tu sesión de batch cooking. Puede ser el fin de semana o cualquier día que te resulte conveniente.
- Selección de recetas: Elige de 3 a 4 recetas que sean simples y nutritivas. Opta por platos que se mantengan bien al refrigerar o congelar.
- Lista de compras: Crea una lista de compras basada en las recetas seleccionadas. Asegúrate de incluir todos los ingredientes necesarios en las cantidades adecuadas.
Puedes mirar 8 recetas para poner en práctica el batch cooking y comer mejor
Paso 2: Compras y preparación
- Compra los ingredientes: Sigue tu lista de compras y asegúrate de adquirir todo lo que necesitas para las recetas seleccionadas.
- Limpieza y organización: Antes de comenzar a cocinar, asegúrate de tener todos los utensilios y recipientes que necesitarás limpios y listos.
Paso 3: Cocina eficiente
- Preparación: Comienza por cortar, picar y preparar todos los ingredientes según las indicaciones de las recetas.
- Cocina por lotes: Cocina grandes cantidades de cada componente de las recetas al mismo tiempo. Por ejemplo, asa varias pechugas de pollo a la vez o hierve una cantidad significativa de quinoa.
- Enfriamiento y almacenamiento: Una vez cocido, permite que los ingredientes se enfríen antes de almacenarlos. Sepáralos en porciones individuales en recipientes herméticos.
Paso 4: Almacenamiento
- Refrigeración: Las comidas que planeas consumir en los próximos 3-4 días pueden almacenarse en el refrigerador. Asegúrate de etiquetar los recipientes con la fecha para un seguimiento fácil.
- Congelación: Si deseas mantener las comidas por más tiempo, congélalas. Utiliza bolsas de congelación o recipientes adecuados para asegurar que las comidas se mantengan frescas.
Paso 5: Comer y calentar
- Elección diaria: Cada día, selecciona las comidas que deseas consumir y colócalas en la nevera para descongelarse si es necesario.
- Calentamiento: Calienta las comidas en el microondas o en el horno, según corresponda. Asegúrate de que estén calientes antes de comer.
¿Qué alimentos no son aptos para hacer batch cooking?
Aunque muchos alimentos son adecuados para el batch cooking debido a su capacidad para conservar sabor y textura incluso después de ser refrigerados o congelados, hay algunos que pueden no ser tan apropiados para este enfoque debido a sus características específicas. Aquí hay algunos ejemplos de alimentos que podrían no ser los más adecuados para el batch cooking:
- Ensaladas frescas: Los vegetales de hojas verdes, como la lechuga y las espinacas, tienden a marchitarse y volverse blandos después de ser cocinados y almacenados, lo que puede afectar negativamente su calidad.
- Papas cocidas: Las papas cocidas tienden a volverse gomosas y perder su textura crujiente cuando se refrigeran y recalientan. Es mejor cocinarlas frescas cuando las necesites.
- Huevos duros: Los huevos duros pueden volverse gomosos y secos después de ser cocidos y almacenados durante largos períodos. Es mejor cocinarlos frescos si planeas comerlos en los próximos días.
- Productos horneados con coberturas crujientes: Algunos productos horneados, como las empanadas rellenas o los pasteles con coberturas crujientes, pueden perder su textura y volverse blandos cuando se recalientan.
- Arroz recién cocido: El arroz cocido puede volverse pegajoso y perder su textura distintiva después de ser refrigerado y recalentado. Si deseas preparar arroz en lotes, considera optar por variedades más resistentes como el arroz integral.
- Mariscos y pescados delicados: Los mariscos y pescados delicados pueden volverse secos y perder su sabor y textura al ser recalentados. Si deseas incorporar estos alimentos, es mejor cocinarlos frescos.
- Lácteos: Algunos productos lácteos, como la crema agria y el queso crema, pueden separarse o volverse acuosos después de ser recalentados.
- Frutas con alto contenido de agua: Frutas con alto contenido de agua, como las sandías y las naranjas, pueden perder su textura y volverse blandas cuando se congelan y descongelan.
Recuerda que la elección de los alimentos para el batch cooking depende de tus preferencias personales y de cómo planeas consumir las comidas preparadas. En general, es recomendable experimentar con diferentes ingredientes y recetas para determinar cuáles funcionan mejor para tus necesidades y gustos individuales.
Consejos adicionales
- Variedad: Alterna tus recetas cada semana para evitar la monotonía y disfrutar de una dieta equilibrada.
- Etiquetado: Etiqueta los recipientes con el nombre de la receta y la fecha de preparación para un fácil seguimiento.
- Almacenamiento seguro: Asegúrate de que tus recipientes sean aptos para el congelador y que estén herméticamente cerrados para evitar la formación de cristales de hielo.
- Planifica snacks: Además de las comidas principales, puedes preparar snacks saludables, como porciones individuales de frutas cortadas o yogur con frutos secos.
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