Con la llegada del otoño, las enfermedades respiratorias se multiplican y las nuevas variantes del Covid- 19 sigue preocupando a los expertos sanitarios. En las últimas semanas, se ha producido un aumento en la incidencia de los contagios, aunque de forma moderada. Hay que tener en cuenta que los síntomas de las últimas variables del coronavirus son muy similares a los de la gripe .
Para distinguir si padecemos queja o estamos contagiados por COVID, han llegado a las farmacias unas nuevas pruebas capaces de detectar ambas enfermedades. Estos autotest dobles siguen el mismo procedimiento de los ya conocidos test de reaprovechamientos. Ya están disponibles en las farmacias por el precio de 2,94 euros, precio fijado por Comisión Interministerial de Precio de los Medicamentos.
Cómo funcionan los nuevos test dobles
El modo de empleo de estas nuevas pruebas es similar al de los test de autodiagnóstico COVID-19. Se toma la muestra nasal o de saliva y se mezcla con el reactivo que viene en la caja del test. A continuación, se ponen unas gotas en el casete de la prueba y, por último, hay que esperar unos 15-20 minutos para interpretar los resultados.
Hay que tener en cuenta que, como es habitual en los test de emergencias de Covid-19, habrá que fijarse si se ha marcado en rojo la línea C. En el caso de que esta línea no esté marcada, el resultado no es válido y habrá que realizar una nueva prueba. De esta manera, los test permiten diagnosticar ambas enfermedades, la Covid-19 y la gripe A y B.
La queja y el coronavirus son enfermedades respiratorias producidas por un virus y tienen signos y sintomatología muy similares. La tos, la fatiga, el malestar general, la fiebre o el dolor de cabeza son los síntomas que más se desarrollan en ambas dolencias.
El hecho de que la Covid-19 y la queja tenga un cuadro tan similar, puede dificultar su diagnóstico. Por eso, es aconsejable realizar un test doble para distinguir ambas enfermedades e iniciar un tratamiento u otro.
El miedo a un nuevo colapso sanitario ha hecho incrementar las medidas de prevención en algunos países europeos. En España, según los últimos datos del Ministerio de Sanidad, los contagios llevan sospechado más de tres semanas, pero de forma moderada.
Parece poco probable que se vuelva al uso de la mascarilla en interiores. Sin embargo, es una posibilidad que no está descartada, si los contagios aumentan y se producen una mayor incidencia y un aumento de la tasa de ocupación en los hospitales.
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