Estas son las cosas más ardientes que los hombres desean en la cama y no dicen. ¿Te atreverías a cumplirlas todas?

Las fantasias sexuales son los deseos de nuestra mente subconsciente manifestándose en la realidad. Investigar y llevar nuestra sexualidad un paso más allá es un tema complejo que puede satisfacernos muchísimo, al mismo tiempo que también nos podría llegar a frustrar. Tanto hombres como mujeres tenemos fantasías sexuales, pero ¿qué ocurriría si existe una buena puesta en común para hacer realidad todas ellas?

Como sabemos, las fantasías sexuales dejan de serlo cuando se ponen en práctica. Y es cierto que si quieres impresionar a tu pareja e ir un paso más allá para cumplir con sus deseos, antes debes preguntarte si estás dispuesta o no a ello, es decir, si es para ti ¡Prepárate y descubre lo que aman en secreto los hombres en el sexo!

Podría resultar obvio pensar que a los hombres, como a las mujeres, les encantan y enloquecen los preliminares, llevar el control, el sexo oral o ver cómo te proporcionas placer, todo ello forma parte del juego abierto y amplio del sexo en pareja que no solo les enloquece a ellos, sino que a muchas mujeres también.

Acercarse por detrás de los juegos salvajes y de dominación suelen ser algunos de los más habituales que aman los hombres. Otra de las cosas que les vuelve locos es el lenguaje subido de tono. La comunicación durante el acto sexual les resulta de lo más excitante, así como el porno en pareja y todo lo que este universo en sí mismo encierra también.

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Las fantasías sexuales de los hombres pueden ser muy variadas, y pueden abarcar desde situaciones sencillas y románticas hasta escenarios más elaborados y provocativos. En cualquier caso, son fantasías que, de manera consensuada, pueden practicarse siempre y cuando haya consentimiento mutuo y ¡muchas ganas de experimentar en pareja!

1. Sexo en lugares públicos o prohibidos

La idea de tener relaciones sexuales en un lugar donde podrían ser sorprendidos les genera una Mezcla de adrenalina y excitación. En la oficina, en un cine, el parque, en una playa o en el coche suelen ser escenarios muy propicios para dar rienda suelta a la pasión.

2. Sexo con dos mujeres al mismo tiempo

La idea de estar con dos mujeres a la vez es otra de las más comunes. Esto es, obviamente, una esfera de la pareja muy íntima, que como hemos dicho, puede hacerse realidad de manera muy consensuada.

3. Dominar o ser dominado

Algunos hombres fantasean con ser dominantes, controlando por completa la situación sexual, mientras que otros disfrutan fantaseando con ser dominados por una pareja que tome el control. En ambos casos, el juego de poder y sumisión es clave.

4. Sexo con una desconocida o lo que se llama «amor prohibido»

La fantasía de tener relaciones sexuales con alguien completamente nuevo o inaccesible (una persona desconocida o alguien fuera de su alcance, como un famoso o, incluso, una figura de autoridad) es muy común.

5. Juego de roles

Fantasear con escenarios donde los papeles se interpretan de manera diferente a la vida cotidiana es muy común. Algunos de los roles más comunes son el de maestro- alumno, jefe- secretaria o un médico y su paciente son escenarios frecuentes.

6. Sexo con una mujer en uniforme

El fetiche por los uniformes es una fantasía común. Disfraces como los de enfermera, policía, colegiala, o, incluso, de superhéroes y personajes de ficción pueden aumentar el deseo por la sensación de jugar un papel o llevar a cabo una fantasía más específica.

7. Sexo salvaje o apasionado

Muchos hombres fantasean con sexo espontáneo, lleno de pasión, sin inhibiciones ni restricciones. Esto puede incluir desde encuentros intensos donde todo se da con prisa y urgencia hasta un escenario donde ambos se entregan sin reservas.

8. Sexo en el agua

En una piscina, en un jacuzzi o en el mar, incluso, en la ducha son escenarios comunes para fantasías sexuales. El agua añade ese plus placentero y envolvente.

9. Fantasías de BDSM

Algunas fantasías sexuales involucran prácticas que van más allá del sexo salvaje e, incluyen los juegos del bondage, la disciplina, la sumisión, el sadismo y el masoquismo. Ya sea ser atado, azotado o controlar completamente a su pareja, el BDSM explora los límites de poder y dolor como fuente de placer.

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Ser la fantasía de un hombre significa que él te imagina en situaciones que despiertan en él un deseo sexual, emocional o romántico, generalmente idealizadas. La idealización en este contexto está muy presente, es decir, suele ser una mujer para ellos inalcanzable, ya sea en términos de apariencia, comportamiento, personalidad o incluso un rol específico que juegas en su vida o su imaginación. Estas fantasías pueden variar mucho, pero en esencia, se basan en cómo esa persona te percibe o lo que representas para él.

En definitiva, es importante recordar que las fantasías sexuales son personales y no necesariamente reflejan lo que una persona desearía hacer en la realidad. Lo clave es la comunicación con la pareja para asegurarse de que ambos estén cómodos con las ideas y los deseos compartidos.