Mi querido viejo: Sí, estamos en los últimos días del año, año en el que tú, como yo, como millones de seres humanos, vivimos una serie de momentos increíbles, así como acontecimientos excelentes, buenos, malos y horribles.
- Seguramente pasarán por tu mente los momentos en que alguien de tu familia pudo hacer el viaje que quería, o se recibió después de años de estudio, tal vez en este año nació un nieto o una nieta; ésos son momentos increíbles y los tenemos que celebrar.
Probablemente, querido viejo, habrás celebrado tu cumpleaños de manera excelente, con la familia, los amigos, los vecinos y los compañeros de escuela; esos momentos son y serán inolvidables y ya están en el lugar privilegiado de los recuerdos.
Hubo seguramente momentos buenos, simple y sencillamente buenos, como cuando supiste que tu amigo superó el covid y ya está recuperado; como cuando te enteraste de un accidente automovilístico de algún amigo, que venturosamente salió sin daños.
Pero también te enteraste en esos 365 días de sucesos malos, la enfermedad, gravedad y muerte de un ser querido o un amigo fraterno, la pérdida económica de alguien cercano que fue engañado por los malhechores del internet y le robaron sus ahorros.
Y tristemente, querido viejo, no podemos ignorar los momentos horribles que vivimos todos y viviste tú, tanto en México como en todo el mundo: la interminable ola de homicidios, que supera todo lo imaginable, la impunidad reinante frente a los sangrientos encuentros y masacres en todo el país, la presencia cada vez mayor de los narcos que sin vergüenza alguna viajan por todo el país, regalan juguetes y despensas y apoyan a los candidatos locales y regionales y, por supuesto, las horribles realidades de una economía en crisis, mayor contaminación por el petróleo y el carbón, y los proyectos faraónicos que no tienen utilidad alguna.
Y también conocimos momentos horribles en el mundo como la guerra de Rusia contra Ucrania, las inundaciones, las sequías, la muerte de miles de especies animales, y la indolencia de los jerarcas del mundo frente a todos estos desastres.
Y aquí estás, querido viejo, reunido en torno a tu familia, tus hijos y tus nietos; ya celebraron el día 24 y se aprestan a celebrar el fin del año y la llegada de 2023.
- Éste es el momento para pensar, querido viejo; es el momento para pensar en positivo, pensar con un espíritu optimista, pensar en las buenas cosas que podemos lograr a nivel personal, familiar, social.
¿Cuál es la ventaja de hacerlo así?, que, como decía mi tía: “Da lo mismo ser optimista que pesimista, pero el optimista vive mejor y es feliz”. Te invito, querido viejo, a pensar, a pensar positivamente, te invito a iluminar tu cara con una sonrisa, te invito a contagiar con ella a los que están a tu lado, te invito a que crees una atmósfera positiva y propositiva.
Muchas cosas buenas pueden ocurrir en este año que comienza, y tú puedes ser parte de ellas; es lo que deseo para ti, para tu familia, tus amigos, tus compañeros y todos en este inminente 2023. ¡Enhorabuena!
- *Médico y escritor.
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