El impacto del colesterol alto en la salud cardiovascular de las mujeres en 2023

En 2021, España presenció una tragedia cardiovascular, con más de 63,000 mujeres perdiendo la vida debido a enfermedades del corazón, lo que equivale a una muerte cada 8 minutos. Los hombres, en comparación, tuvieron 7,386 muertes menos por estas causas en el mismo período. Estos datos, recopilados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), resaltan la gravedad del problema y su impacto desigual en ambos géneros.

La Fundación Española del Corazón (FEC) ha identificado una preocupante disparidad de género en la atención a problemas cardiovasculares en España. Las mujeres tienden a recibir diagnósticos tardíos y menos frecuentes en comparación con los hombres.

Los expertos señalan que una de las razones detrás de esta disparidad radica en que las mujeres tienden a monitorear menos sus niveles de colesterol en comparación con los hombres. La Asociación de Riesgo Vascular y Rehabilitación Cardiaca de la Sociedad Española de Cardiología (SEC) sugiere que esto puede deberse a múltiples factores, incluyendo una menor tasa de tratamiento y una respuesta diferencial al mismo.

Un estudio publicado en la revista ‘Circulation’ revela que las mujeres tienen menos probabilidades que los hombres de recibir tratamientos con estatinas, medicamentos destinados a reducir el colesterol. Además, son menos propensas a seguir las recomendaciones de dosificación. Muchas mujeres también informan haber rechazado o interrumpido el tratamiento con estas medicinas.

El Dr. Román Freixa, cardiólogo clínico y presidente de la Asociación de Cardiología Clínica de la SEC, destaca diferencias en el enfoque de tratamiento entre géneros. Mientras que en los hombres se tiende a ser más agresivo en el diagnóstico y tratamiento del colesterol alto, en las mujeres se adopta una estrategia más cautelosa, con un uso menos intensivo de medicamentos.

Para combatir el colesterol alto y sus consecuencias, es esencial adoptar un estilo de vida saludable. Esto implica una dieta equilibrada, rica en vegetales, legumbres, cereales y frutas, y limitar la ingesta de grasas saturadas. Además, se recomienda el uso de aceite de oliva virgen extra y el consumo de pescado azul, ambas fuentes de grasas saludables para el corazón.

El ejercicio regular de intensidad moderada, como caminar, correr suavemente o practicar ciclismo y natación, puede aumentar el colesterol bueno (HDL) y reducir el colesterol malo (LDL) y los triglicéridos. Los ejercicios de fuerza para fortalecer la masa muscular también son cruciales en esta lucha.

En resumen, el control del colesterol elevado sigue siendo una prioridad en la salud cardiovascular, con un impacto desigual en hombres y mujeres. Promover un enfoque equitativo en la atención y fomentar hábitos de vida saludables son pasos esenciales para reducir este riesgo y mejorar la salud de la población en general.