En la mañana, antes siquiera de que pienses en quitarte la pijama, llega a la mente la promesa de esa cafetera llena café o la taza de tarde que acompaña el chismecito. A cualquier hora esta bebida se antoja por su delicioso y adictivo sabor, aunque actúa de varias formas en el cuerpo: sobre el sistema nervioso, los riñones, el corazón, ¿pero qué efecto tiene en tu hígado?
El hígado está relacionado con más de 500 funciones vitales del cuerpo, por ejemplo, regula los niveles químicos de la sangre, filtra toxinas, excreta bilis, crea nutrientes, ayuda a resistir infecciones.
Si empiezas a tener problemas con este órgano, tu cuerpo se llenará de toxinas y podrías enfrentar una enfermedad hepática.
Los alimentos influyen en la salud de tu hígado, hay algunas bebidas que en exceso pueden dañarlo, como las azucaradas (refrescos) y el alcohol (sidra y licores fuertes); el café también salpica a este órgano, a veces para bien, aunque en ciertas situaciones hace daño.
Beneficios del café para el hígado
Reduce riesgo de cáncer de hígado
El consumo moderado de café (de 3 a 5 tazas diarias) puede tener beneficios para tu salud, no solo representa un menor riesgo de muerte prematura, de enfermedades como diabetes tipo 2, neurodegenerativas como Parkinson y Alzheimer y ciertos tipos de cáncer, resulta que es considerada la mejor bebida para tu hígado.
El Instituto Americano para la Investigación del Cáncer concluye que beber café puede disminuir las probabilidades de padecer cáncer de hígado y de endometrio.
“Tan sólo 2 o 3 tazas de café rico en antioxidantes pueden reducir en un 38% el riesgo de desarrollar cáncer de hígado”, dice la experta Elizabeth Spencer a Eat this, not that.
Menor riesgo de enfermedades hepáticas
National Library of Medicine (NLM) describe al café como “el grano mágico para las enfermedades del hígado”.
Esta bebida es lo opuesto al alcohol, cuyo consumo excesivo provoca hepatotoxicidad (daño hepático); en este caso el café tiene un efecto hepatoprotector, se le asocia con la protección de varias enfermedades hepáticas crónicas, pues se le ha estudiado con menos riesgo de:
- Cirrosis, la cual sucede cuando el tejido sano del hígado se cicatriza y no fluye sangre a través de éste.
- Hígado graso, acumulación de grasa en las células hepáticas.
- Fibrosis hepática (acumulación de tejido cicatrizal en el hígado).
- Minimiza concentraciones de enzimas hepáticas en personas que toman mucho alcohol, cuando éstas son altas pueden ser un signo de que el hígado está lesionado o irritado.
- Disminuye la capacidad de replicación del virus de la hepatitis C.
“El café tiene la capacidad de reducir la acumulación de grasa y aumentar los antioxidantes protectores en el hígado, ya que los antioxidantes neutralizan los radicales libres dañinos, lo que ayuda a prevenir el daño celular”, detalla el especialista Courtney D’Angelo al sitio Eat this, not that.
¿Cómo puede dañar el café al hígado?
Hay que hacer una precisión: cuando hablamos de los beneficios del café al hígado, muchos estudios se refieren al café solo: negro, sin azúcar, leche, crema batida y todas sus posibilidades.
Trista Best, especialista en salud, precisó a Eat this, not that que, según su preparación, una taza de café puede hacer tanto daño como un refresco, si se le añaden demasiados complementos.
Por ello, para proteger al hígado, los expertos coinciden en disminuir las bebidas azucaradas y beber el café simple, sin azúcar o con un contenido al mínimo.
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